Esas fueron las palabras que durante mucho tiempo mi hermana y yo nos dijimos, argumentábamos que nuestro dinero no nos alcanzaban para cubrir los gastos. Ahorrábamos de manera obligada y por ende no resultaba, más nos demorábamos en guardar el dinero que ante el primer momento o imprevisto sacarlo para gastarlo, esto no permitía que nuestras finanzas avanzaran.
No sabemos si a ti te pasa o si realmente eres un ahorrador innato, para nosotros el ahorro fue difícil durante mucho tiempo, en nuestra concepción y mente simplemente no había para ahorrar a pesar de que habíamos leído en muchos libros de finanzas que el ahorro era el inicio para la libertad financiera para nosotros no era algo fácil de realizar.
Nuestra historia parte de los hábitos familiares, nuestros padres no fueron los más ahorradores, vivimos una situación de escasez que creo en nosotros la sensación de vivir con lo justo.
¡Sabes que cambio todo!, es una bola de nieve!
Cuando iniciamos el ahorro, especialmente en el emprendimiento, empezamos con pequeñeces que no se veían relevantes, pero con el tiempo eso que empezó siendo tan pequeño se convirtió en un monto más significativo, lo cual nos motivaba a seguirlo incrementando y magia, en el transcurso de un tiempo nuestro ahorro sirvió para invertirlo, el dinero que antes decíamos que no alcanzaba, empezaba a alcanzar y a llegar de manera mucho más fácil, por todo lo que vivimos…
Hoy queremos compartirte que todo esto puede cambiar, ¿cómo?
• Al principio no será fácil, es tu mente contra tu bolsillo, y es una decisión que tendrás que tomar para saber quién gana
• Si no tienes el hábito no empieces por sumas grandes, empieza por la alcancía, “centavo a centavo suma”.
• Puede que estés heredando patrones de tus padres, abuelos o quienes te criaron, evalúa si quieres seguir con esos patrones, si la respuesta es no entonces trabaja en ello.